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El conflicto del Cenepa 1995 - Peru Vs Ecuador , Quien Gano ?

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Comentarios

  • Minas en el terreno:

    Posesion del terreno

    “Los ecuatorianos sembraron minas en el Cenepa”, esto es exacto, la frase revela una gran verdad, siembra minas quien está en posesion del terreno, el Perú jamas pudo haber sembrado minas dado que no estaba posesionado del valle al cual ingresó a fin de “expulsar” al enemigo, hubiera sido ilógico que este último minara las trochas por donde transitaba tratando de alcanzar el norte; es ilógico y anacrónico pensar que para 1995, el Ecuador no hubiese sembrado minas en un terreno agreste como el selvático del Cenepa al norte de la línea imaginaria Cueva de los Tayos-Coangos si su tesis era que ese era su dominio.

    ¿El Perú sembró minas en 1995?

    Efectivamente, en el frente de Santiago, el Perú sembró miles de minas (en 2010 Perú entregó al Ecuador la ubicación de 13 campos minados en territorio ecuatoriano).

    Conclusión

    En la campaña bélica de 1995, solo alrededor de 15 peruanos murieron por efecto de las minas, se adjunta el informe oficial peruano correspondiente a la UNICEF y el otro de la Comisión Peruana Permanente ante los organismos internacionales en el cual se registra la información sobre las minas peruanas en el territorio ecuatoriano.

    Nota: luego en el lapso de 1995-1998(antes de firmar definitivamente la paz), el Perú sembró cientos de minas en el Cenepa, muchas de las cuales, fueron levantadas por nuestras tropas(después escribiré del tema).

    Ref: Jenner Baquero


  • Ataque ecuatoriano a Quebrada Fashin(Perú), rebautizada como Base Norte por nosotros, después de su desalojo, base que se mantuvo en nuestro poder, hasta el final de la Guerra del Cenepa, aquí una versión peruana del ataque ecuatoriano:

    COMIENSO DEL CONFLICTO DEL CENEPA Y RAZONES DEL ECUADOR PARA EMPESAR EL CONFLICTO(ATQUE A BASE NORTE O QUEBRADA FASHIN)

    El 26 de enero de 1995 fue una fecha decisiva en la historia de la guerra del Cenepa; una patrulla del Grupo de Fuerzas Especiales 26 Quevedo e Iwias del ecuador , atacaron a una patrulla del Batallón de Selva 25 Callao comandada por el Tnte. Guzmán; la importancia del ataque no radica en haber desalojado a una fuerza peruana que estuviese muy armada o apertrechada, o quizás que esta estuviera conformada por gente de fuerzas especiales; en realidad la composición de este piquete militar peruano era escencialmente gente pobremente vestida, mal armada y muy mal comida, conscriptos charapas casi en su totalidad, mandados por unos pocos soldados profesionales; a pesar de todo lo anterior, la misión del BIS 25 era altamente peligrosa para el ejército ecuatoriano desplegado en el valle del Cenepa: los sureños construían un helipuerto al norte de Tiwintza con el cual las Fuerzas del Ecuador quedarían entre dos frentes; ataque desde el sur en el eje Cueva de los Tayos- la Ye- Tiwintza-Base Sur- Cercanías de Coangos con los batallones BIS 25, RCB 113 y Batallón de Comandos 19 Comandante Espinar por lo menos; por el Norte: Tiwintza, probablemente con desembarco en Fashin, Fachin o Fashion (Base Norte) de fuerzas especiales del BC 19, FOES y otros, nunca lo sabremos, el ecuador tanto como el pèru reclamaba el la zona del cenepa y se sentia amenazado

    Si tan solo la guerra fuese como un partido de ajedrez o uno de fútbol nos alegraríamos de la victoria ecuatoriana, pero en el ataque del 26 de enero murieron el Tnte. Guzmán y otros dos soldados peruanos que no hacían más que cumplir con su humilde deber, servir a su país haciendo el duro trabajo de construcción en una selva tupida y agresiva que no da tregua, en cuyo suelo lodoso fueron enterrados uno encima del otro por las fuerzas ecuatorianas, un saludo a esos héroes.

    El BIS 25 tendría la oportunidad de devolver el golpe el 27 de enero de 1995 de mano del Capitán Abelardo Alfaro quien atacará al BS 63, COE 21 y GFE 26 en Cueva de los Tayos, "frontera" de facto entre Ecuador y Perú desencadenándose la Guerra del Cenepa que en 33 días cobrará la vida de 130 hombres más.

    nota siempre anbos paises se acusan de comensar la guerra del cenepa pues por investigaciones recientes y testimonios deveteranos del ecuador se descubre la verdad



  • Nota: es una versión nuestra no peruana, disculpar el error.


  • Crnel. Marcelo Pozo
    Comandante en Base Sur durante la Guerra del Cenepa
    Por Jenner Baquero

    ¡MINAS!

    Durante la primera parte del conflicto, el personal del GFE 26 aseguraba las bases con minas con cordeles, al día siguiente al sacarlas, halaban el cordel, entonces se quedaban algunas sin que ellos las recuperen, eso hizo que el valle del Cenepa se vuelva inseguro para las propias tropas. En cuanto a mi experiencia en esa época de conflicto, no recuerdo que los militares peruanos hayan sembrado minas, obvio, ellos no defendían el terreno, no así nosotros.

    Los ingenieros al mando de mi Tcrn. Morales y en la parte de la ejecución mi capitan Diego López, (yo eran capitán a la época), sembraron minas en los alrededores de las bases, esto, basados en croquis. Cuando me entregaron los mencionados croquis, yo los grabé en la mente por si acaso pudiese caer prisionero con información vital. Las pocas minas que me entregaron en físico, personalmente las estaqué y marqué, en cuanto al resto ellos me dijeron: “no se meta ahí, está minado”, a los tres días, la floresta había transformado tanto el terreno que no encontré una sola mina, a pesar de estar estas estacadas, en consecuencia, durante el periodo del conflicto, las minas propias causaron serios problemas para el desarrollo de las operaciones nuestras aunque causaron el efecto psicológico necesario para el ejercito peruano.

    Luego de terminado el conflicto, las tropas de fuerzas especiales hacíamos destacamento en la línea de cumbre Cóndor Mirador - Machinaza Alto, cumpliendo misiones de tarea de las unidades responsables del terreno. Por el año 97 empezamos a observar columnas de humo lejanas a lo largo de todo el frente, era territorio peruano, se adivinaban sin embargo claros indicios que ellos venían avanzando con la idea de posicionarse en la línea de cumbre de la cordillera del Cóndor.

    Mes a mes íbamos informando al mando que las columnas de humo eran muy cercanas a la línea de cumbre. Cierto día una patrulla de mi unidad en Etza cayó en las minas y dos soldados nuestros, uno de ellos Guaman, fallecieron en la explosión; sucede que previamente había pasado toda la patrulla sin novedad, y de retorno ya estuvo minado

    Ante los reclamos por el caso antes descrito, los peruanos sostuvieron que nunca sembraron una sola mina. Posteriormente, ya en la pica de Machinaza en la línea de cumbre falleció el Teniente GARCIA, eso constituía un indicio evidente de la revancha, y mi preocupación era grande porque a partir del 95 habíamos quedado tan debilitados, que un conflicto en esas circunstancias hubiera sido de consecuencias desastrosas para nosotros. Los peruanos prácticamente ejercían control sobre la línea de cumbre, dejándola minada inmisericordemente en un descuido de quienes ejercían el control de dicha línea en Machinaza.

    A un Teniente ecuatoriano que iba a ser relevado se le ocurrió bajar a todo el personal a Machinaza para comerse el puerco que llevaron y mataron, los peruanos habían minado los tres observatorios y se apropiaron de los enseres, al subir al relevo, cayó el sldo Quinton a quien le fue amputada su pierna. A partir de ese momento, por el miedo a las minas perdimos el control de la línea de cumbre, que era lo más importante para nosotros.

    Una vez que llegó mi turno de subir al respectivo relevo decidí que a cualquier precio debíamos recuperar el control de la línea de cumbre así que llegamos al sitio donde Quinton cayó y comenzamos la titánica misión de levantar las minas usando las manos y un palo, descubrimos 1576 sembradas allí; el comandante de la 21 no lo creía y pidió evidencias, las minas peruanas eran tipo bacerola y no se podía volver a colocar el seguro respectivo de ellas, él pidió que le llevemos todas, cargamos entonces en 6 cajas 567 minas, unas sobre otras, y en una arriesgada misión las llevamos a Machinaza, cada paso que dábamos era tan tenso, que parecía que íbamos a explotar. En lo que se refiere a las restantes minas, ordené sean sembradas al otro lado, pues ellos decían que no sembraron nunca una sola, el efecto de esa siembra que hicieron los peruanos hizo que tengamos más bajas en ese tiempo que en el propio conflicto, aún hasta ahora 24 años después no se ha terminado el desminado.

    Nota: el Perú sembró miles de minas, tanto en su territorio como en el Cenepa, además de minar algunos sectores nuestros, nosotros tambien.


  • TOLEDO
    TOLEDOWebmaster Subteniente
    Webmaster Subteniente
    En este conflicto cuantas fueron las bajas de hombres y de material bélico?
  • La verdad es que no se que pasó al escribir, pero vamos de nuevo. Bien, con respecto a material bélico, el Perú perdió 3 aviones de combate(derribados), y cinco helicópteros entre Hi 25 y Mi 8, uno de los cuales fue dañado por ametralladoras antiaéreas (y los otros por misiles) luego capturado, cortado en pedazos para trofeo de guerra( porque no se lo pudo llevar entero), aunque ellos reportaron un total de 6 helos. En cuanto a pérdidas humanas, yo considero que tuvimos alrededor de 200 bajas, entre muertos y heridos, en cuanto al Perú, solo ellos lo saben, solo te puedo decir, que en un estudio realizado por una universidad peruana, sus investigadores escribieron, que al hablar con oficiales peruanos, sobre el número de sus bajas y al decirles que si habían sido 500, ellos bajo anonimato, les respondieron, que esa cantidad siquiera multiplicada por 3. Ahora bien, en un análisis de un autor americano, se expresaba que los oficiales peruanos, informaron a los miembros de la MOMEP, que habían tenido 300 bajas no combatientes. Sobre éste punto, después explicaré la situación, pero se trata de un bombardeo ecuatoriano, a una gran base logística peruana( fue borrada del mapa), cuyo función era la de mantener, el esfuerzo de guerra del Perú en el Cenepa. Adicionalmente, se dejó fuera de combate(averió) 6 obuses Otomelara, y se destruyó una batería de morteros pesados, del Batallón Callo(si mal no recuerdo). Por cierto todo ésto negado por ellos.
  • Ataque ecuatoriano a Quebrada Fashin( peruano), rebautizada hasta el final de la guerra, como Base Norte(ecuatoriano):

    Desde la primera quincena de enero de 1995 las fuerzas peruanas de selva, FOES, comandos, contrasubversivos se movilizan con dirección al río Cenepa; otras, emprenden la marcha por la quebrada FACHIN para hacer un helipuerto para desembarco de hombres y material para aplastar el destacamento de Tiwinza que para inicios del mes tiene por contingente tristemente un oficial, dos clases y 8 conscriptos (Tello, 2014).

    Un helicóptero ecuatoriano detecta la infiltración peruana (según el pacto de caballeros) en Fachin, autorizándose el uso de la fuerza; alrededor del 24 de enero de 1995, los Iwias encabezan desde Tiwintza la marcha en dirección a lo que será "Base Norte", tras ellos van unos 80 elementos del GFE 26 Quevedo; no podemos imaginar que pasa por la cabeza del equipo del equipo multilateral de defensa nacional en Quito; ¿se darían cuenta ellos que atacando Base Norte se vendría una tromba peruana por el sur?; no lo sabemos; lo que sí sabemos es que por ejemplo a la época, en la famosa "Base Sur" se hallaban apenas ¡10 hombres¡, de los cuales ¡7 eran conscriptos! (Tello, 2014)

    A las 5 de la tarde del 26 de enero de 1995, los hombres que llegan cerca a Base Norte donde los peruanos construyen el helipuerto disparan al centro de dicha base; el ataque no durará más que 15 minutos en el cual se dispararán morteros, ametralladoras, fusileria y cohete Law; luego de lo cual se recogerán las armas; entonces los Iwias con los del 26 darán media vuelta y regresarán a Tiwintza (Escobar, 2015); la noche del 26, a medio camino, recibirán la orden de regresar y consolidar la toma de la base; cuando el primer contingente formado por el Tnte. Tello y el soldado Rubén Nantip entren en la abandonada base la madrugada del 27 de enero encontrarán 3 cadaveres insepultos; todos morirían por esquirlas en el ataque de la tarde anterior. Los peruanos jamás combatieron; ellos llegarán dos semanas más tarde a PV contando una historia de increíble heroísmo al estilo "Hollywood" con rambo Soto Paz a la cabeza quien por 3 días "resistirá" el embate ecuatoriano con ataques de artillería, helicópteros y furiosas fuerzas especiales; esa falsa resistencia dará origen al himno "Gigantes del Cenepa"; a la verdad, otros serán los gigantes que se fajen con la Escuela de Selva 19 Napo más tarde, a las puertas de Tiwintza. Ojalá los hombres de Soto Paz hubiesen combatido como lo dijeron; nos habrían dado la oportunidad de decir que entramos a Base Norte a sangre y fuego peleando cada milímetro de selva...pero no es así.

    Por Jenner Baquero


  • Bien, se me olvidó mencionar nuestras bajas materiales. Tuvimos un avión A-37 impactado pero sin mayores consecuencias y otro A-37 severamente dañado por un igla peruano, pero logró regresar a su base con las justas, y después de una semana de reparación, regresó a bombardear a los tropas peruanas. Además en un ataque peruano, por esas cosas del destino, ésta se perdió y encontró un puesto nuestro de mortero( Trueno Dos), atacándolo y apoderándose de 2 morteros( 81 y 60mm) además de 15 relucientes fusiles HK, pero fueron contraatacados y desalojados posteriormente. Después escribiré la historia contada por ambas partes. Ahora, veamos lo que ocurría, luego de tomar Cueva de los Tayos el ejército peruano:

    FRENTE: BASE SUR
    Capitán Marcelo Pozo
    Por Jenner Baquero

    La selva nubosa y húmeda del Cenepa era muy cerrada, no permitía ver el cielo ni recibir el calor del sol, tampoco cantaban los pájaros por las continuas explosiones y el estremecimiento del suelo y los árboles. Extrañamente la mañana de aquel 10 de febrero todo estaba despejado, fue cuando asombrados con el médico Richard Coronel escuchamos el rugido de aeronaves surcando el cielo rabiosamente, instintivamente alzamos la mirada protegiéndonos los ojos, la mano servía como visera; los aviones cruzaron a toda velocidad atravesando de un lado al otro, no sabíamos quién era quien, ¡estábamos presenciando un combate aéreo! de pronto, como se ve en las películas, uno de ellos fue alcanzado por el misil del otro, lo que le provocó una violenta explosión y desesperadamente se alejó como pudo, iba malherido y echando humo, pero su escape fue inútil , terminó explotando del todo y precipitándose en la jungla allá bien lejos.

    Aquel 13 de febrero muy por la mañana llamé al soldado Raúl Pailacho para que le dé manivela a la radio y así poder oír el noticiero de HCJB, sorprendido escuché que Fujimori aseguraba haberse bañado en Tiwintza, ¡en Tiwintza! que la había recuperado y había declarado unilateralmente el cese al fuego; decidí no contárselo a nadie.

    A eso de las 09h10 de la mañana llegaron a la base 14 militares del GFE 25, venían con 80 conscriptos abastecedores, mis hombres los conducirían a la “Ye” a abastecer a las patrullas que comandaban los capitanes: Almeida, Chico Vargas y Ramón Borja. Tomé mi sucia hoja de patrullas y seleccioné la gente, pero como era una columna tan larga que solamente con 14 hombres no me permitía el mando y control, decidí que la patrulla con la que llegaron las "mulitas" también me acompañe, a esa patrulla estaba asignado el sargento León: meses atrás había salido de Santo Domingo a prestar sus servicios en la COE 21. Le dije a León: “Tu que conoces el sector, encabeza la columna... además estás con la ametralladora HK nuevita”, luego irían el negro Arce con el RPG, el Tnte. Carrillo también de la COE 21, el soldado Beltrán y yo; atrás se distribuyó a los profesionales, a lo largo de toda esa gran columna de marcha.

    Avanzamos por la jungla muy lentamente, el comando y control era muy difícil y esa selva impedía el ingreso a sus entrañas. Como a las 3 de la tarde coronamos una loma “rompecorazones” entonces Beltrán me dijo que el teniente Carrillo y el sargento León me “necesitaban urgentemente” yo presagiaba que algo había sucedido.

    Con Beltrán, Arce, el “mil amores” (Cbos. Moreno) caminamos unos 400 metros de planicie despejada hasta alcanzar otra loma y así llegar al sitio donde estaban Carrillo y León; ellos me señalaron hacia la parte de adelante, allí se encontraban los peruanos.

    Oteando con atención por el sector donde nos encontrábamos vi claramente una gran cantidad de enemigos, uno de ellos llevaba el torso desnudo, los hombres le decían “mi capitán” él iba colocando a sus hombres al costado de la pica mientras les decía “no disparen hasta que yo diga...los monos están subiendo, los vamos a emboscar y matar a todos”. Arce me dijo: “Mi capitán: tengo ángulo de tiro” pidió autorización para disparar el RPG, yo le dije: “espera... como vamos a replegar, tenemos que cruzar estos 400 metros...” en ese momento alguien del lado enemigo gritó : “los monos están aquí” Arce inmediatamente disparó el RPG, unos instantes antes, una patrulla se aproximaba a nuestra posición identificándose con un corto, nervioso e insistente: “Perú..Perú”; con el estruendo del tiro de Arce, rápidamente yo descargué toda mi alimentadora sobre ellos y se desató por todo lado un balacera indescriptible que duró aproximadamente 1 hora y media.

    Me había quedado sin munición, entonces observé a mi alrededor, estaban conmigo solamente Carrillo y Beltrán pero León, el puntero, no aparecía.

    En la espesura se escucharon gemidos de un soldado peruano que gritaba: “estoy herido...estoy herido... por Dios no me dejen... no me abandone mi capitán”, esa era la tónica, no los veía por la selva pero en gran cantidad estaban allí, se escuchaba su desplazamiento en la jungla. El soldado se oía desesperado y decía “Por favor...no me mate... no me mate mi capitán” sin embargo sonó un disparo seco en la cima, no se escuchó más gemidos del soldado herido.

    Me quedé en silencio un instante hasta recobrar el aliento, León no aparecía, le dije entonces a Carrillo: “repleguemos para ver que sucedió con la Patrulla...lo hacemos con sigilo cruzando el descampado casi reptando y descendemos de la loma”, allí encontramos a 5 soldados más, ellos informaron que no teníamos bajas, la gran patrulla había retornado a base Sur, yo tenía la esperanza de que León apareciese.

    La penumbra de la noche nos invadía; ya casi entre las sombras fue apareciendo la figura del fornido soldado León, al llegar se puso frente a mi, su rostro estaba realmente transformado por la ira y entonces empezó a increparme diciendo: “me abandonaron”, yo le contesté que de ser así, no estaría en el sitio sino en Base Sur, yo no abandono a mi tropa; él cayó desvanecido en el suelo mientras yo aún hablaba, decidí dejarlo allí mismo para que descanse y se recupere, así fue hasta que despertó; con calma intercambiamos nuestras experiencias sobre lo sucedido; “Mi capitán... yo como estaba más adelante que Ud, pensé que podíamos aprovechar la confusión del momento y me ubiqué en una buena posición, al enemigo le despaché toda mi munición, yo pensé que ustedes venían detrás pero al dejar de disparar...nadie estaba conmigo, decidí congelarme hasta que empezó a hacerse de noche... puedo contarle que hubo muchos heridos entre los enemigos, bueno, con la penumbra crucé la planeada descubierta” Le expliqué que nosotros permanecimos en la cima esperando que él retorne; con un apretón de manos sellamos la conformidad de lo sucedido.

    A las 1930 horas me comuniqué con mi comandante dándole parte que la patrulla no había cumplido la misión, no pudimos entregar los abastecimientos. Aquel día no tuvimos heridos, pero causamos un número indeterminado de bajas al enemigo.


  • Al día siguiente tampoco se pudo cumplir la misión:

    14 de febrero

    Muy por la mañana recibí la orden de que la Patrulla agregada retorne a Coangos; que inmediatamente me organice para que con las mulitas bajo cualquier circunstancia entregue los abastecimientos en la “Y”, que inicie la misión una vez llegue una nueva patrulla de guías punteros con soldados de élite.

    Tomé mi hoja, mucho más sucia y arrugada y seleccioné a los soldados que formaban parte de la misión. A las 0900 ingresó la patrulla que debía estar al frente, me quedé sorprendido al ver a los famosos ARUTAM: cuantas historias sanguinarias había oído sobre ellos y sobre todo del gran comandante que los creó y entrenó: Coronel Barragán, un legendario soldado de las fuerzas especiales; solo de verlo daba miedo y admiración; recuerdo que durante mi formación él llegó en cierta ocasión a darnos una conferencia, yo me dije entonces: “como él tengo que ser”, esta decisión complementada y afirmada con mi primer comandante: capitán Haro; volví a decirme a mi mismo: “como los dos tengo que ser”.

    Ver a los ARUTAM en medio del fragor de la cruenta guerra suponía que tenía frente a mis ojos a los mejores soldados del mundo, ellos habían llegado comandados por el capitán Washington Álvarez; juntos planeamos la acción y emprendimos viaje a las entrañas de la selva, se notaba una gran tensión en las mulitas, era el segundo día que íbamos a cumplir la misma misión, ellos estaban incómodos por la forma que pernoctaron en el sitio; la acción de combate aquella era demasiado importante pues tenían que asegurar con los abastecimientos la supervivencia de una unidad que estaba siendo aislada.

    A diferencia del día anterior la columna de marcha fluía con cautela, pero con celeridad.

    Al llegar al pie de la moñtana a la que el día anterior la bauticé como “rompecorazones”, Álvarez me llamó: nos pusimos a observar cierto recodo, había una gran cantidad de enemigos, en un punto estratégico habían emplazado una gran ametralladora. León pidió acompañarme, se sumaron el sargento Juma y Alvarado quienes eran tan buenos como León, teníamos dos ametralladoras.

    Con Álvarez decidimos bordear la loma para evitar al enemigo y así llegar donde Almeida, así lo hicimos, el trecho se hizo duro, difícil, tedioso y peligroso, el mando y control era casi nulo, teníamos claro que una vez bordeada la rompecorazones, nos quedaba sortear una gran hondonada y otra loma antes de llegar a la Ye.

    Llegamos a la hondonada y trepamos la última loma, hicimos un alto y nuevamente Álvarez pidió mi presencia; avistamos una loma infestada de enemigos, cruzamos tres palabras y entonces la balacera se desató, nos habían visto; le grité a Juma “Emplaza la ametralladora y dispara” y avancé a toda velocidad pero caí sin darme cuenta en una posición enemiga, fui a dar de bruces sobre un soldado peruano; todo fue tan inesperado y sorpresivo que él solo atinó a hacerme a un lado y salió corriendo hacia la loma, iba desarmado y muy apurado, se perdió en la espesa vegetación mientras yo recuperaba el aliento; al pasear la mirada por el sitio caí en cuenta que ese era un puesto de curación, tomé en mis manos un estuche negro y seguí hacia adelante.

    Juma seguía disparando, los ARUTAM hacían lo mismo, entonces uno de ellos se acercó y me dijo: “mi capitan imposible sostener la posición...ellos son muchos, repleguemos” recordé que las mulitas estaban en un encajonado, un solo RPG podía causar muchas bajas en ellos.

    El ruido de la balacera era infernal, sobre todo por los RPG que reventaban provocando un eco ensordecedor en todo el valle. Ordené a Juma que levante la ametralladora en tanto Arce disparaba el RPG7 contra el enemigo, empezamos a descender por el encañonado muy sigilosamente ya que podíamos ser tiroteados por los nuestros; en el camino fuimos recogiendo al personal uno a uno hasta llegar al inicio de la loma, allí les ordené numerarse, ¡me faltaban 47 soldados!, uno de los ARUTAM replicó que estaban con Álvarez y decidieron retornar a Base Sur.

    Transcurrieron 2 horas desde el incidente, y el silencio de la selva reinaba en el lugar, eran las 1600, ordené el retorno, no había comunicación, no sabía tampoco lo que había ocurrido con lo hombres que me faltaban. Aunque no teníamos la carta, yo sabía que hacer, les dije que no se preocupen mis soldados, que yo les conduciría a Base Sur,.

    Organicé la patrulla y mandé que con los 6 ARUTAM que estaban con nosotros vayamos quebrada abajo, que así llegaríamos al Río Tiwintza; en efecto, a las 1730 llegamos al río, los cruzamos y nos quedamos en el sitio hasta la llegada de toda la patrulla; decidí que ahí nos quedaríamos hasta el otro día para emprender nuestro viaje hasta Base Sur.

    A las 1800 sonó un ruido ensordecedor en el Valle, le dije a Juma “había tres minas en el río...le aseguro que los nuestros cayeron en una, emplace las antenas y establezcamos contacto”, logramos comunicarnos, me informaron que uno de los nuestros había caído en una de esas minas, pregunté sobre cuantos estaban con Álvarez, con el herido ya cuadraban los 138 que estaban a mi mando.

    Retornamos al amanecer, no sin antes informarle al capitán Álvarez que ya no habían más minas y que podía retornar por el sendero, sin embargo de lo cual él decidió avanzar por el lecho del río Tiwintza con el herido, conscripto Sinmaleza, ¡titánica misión! Su herida era indescriptible: el pie había sido volado de raíz y la canilla astillada estaba expuesta, el doctor, capitán RICHARD CORONEL lo estaba atendiendo, él me dijo con expresión triste: “he realizado todo lo posible pero no tenemos material”, yo repliqué: “Dr. yo tengo este equipo” extendiéndole el estuche negro, sus ojos y semblante se iluminaron mientras me decía: “mi capitán...este es un equipo quirúrgico de mano, con esto puedo operar tranquilamente”. Me puse a observar largamente a un verdadero profesional haciendo aquel trabajo admirable: suturando vasos y controlando la hemorragia hasta que solo el pedazo de hueso quedaba como señal de esa cruenta guerra.

    A las 1500 di el parte que no pudimos cumplir la misión, no conseguimos entregar los abastecimientos y teníamos un soldado gravemente herido.


  • FRENTE: BASE SUR

    Capitán Marcelo Pozo Yepez

    Por Jenner Baquero
    Extracto

    Si alguien merecía una Cruz de Guerra era el capitán Pablo Almeida, desde que ingresó a la “Y” combatió sin cesar, al fin, los dispositivos peruanos en las cumbres lo encerraron, no fue posible abastecerlo, reforzarlo ni relevarlo, sin mando ni comunicación, él y su gente no comieron al menos 50 días y se mantuvieron luchando todo el tiempo. Cierto día mientras estaba en Base Sur, sentí campanear la alarma de latas de atún, era la marcha de los cadaveres andantes, 300 sobrevivientes de los peores días de la guerra, 4 horas duró el desfile de esqueletos vestidos de harapos, del primer hombre al último iban arrastrando los pies, estaban al mando de Almeida; habían pasado sin ser detectados en medio del dispositivo peruano; les dimos unas pocas raciones en su camino hacia Coangos, allí los recibió el Teniente Coronel Hernández, les increpó duramente sobre lo que hacían allí, ¿quien les mandó a venir?, 50 días abandonados y ahora aquello; debían volver inmediatamente al valle, y ellos obedecieron sin chistar, los dividieron y ubicaron en varios lugares para que sigan patrullando.



  • juan_david
    juan_davidForista Soldado
    Forista Soldado
    una pregunta @calderon41 cuáles fueron los días más fuertes de combates ? hubieron batallas sangrientas o fueron combates similares a los que han ocurrido en colombia con la guerrilla , gracias de ante mano
  • Camberra
    CamberraForista
    Forista
            Saludos Calderon41: Este es un vídeo peruano sobre el conflicto del Cenepa. ¿Cual es tu impresión personal sobre el mismo?



  • juan_david escribió:
    una pregunta @calderon41 cuáles fueron los días más fuertes de combates ? hubieron batallas sangrientas o fueron combates similares a los que han ocurrido en colombia con la guerrilla , gracias de ante mano
    Bien juan david, hubieron varios días de duros combates, pero el Perú puso toda la carne en el asador, el día 21 de febrero, fue su día D, su último intento por llegar y consolidarse en Tiwintza y sus alrededores, solo ahí ( Tiwintza ) nos defendíamos y patrullábamos con 506 soldados, miles de soldados, combatieron ese día en todo el Cenepa, después de eso el Perú no atacó más, a excepción de algunos combates esporádicos en pocos sectores. Sobre si los combates fueron similares, quizás la diferencia sea, la utilización en ambos ejércitos, de aviación, artillería, fuerzas especiales de selva y contraguerrilla, estimo que combatieron entre 6000 a 9000 ecuatorianos vs 12000 a 16000 peruanos, en todo el frente, con sus diferentes servicios, es decir no todos estaban combatiendo al mismo tiempo.
    Saludos,.
  • Bien, respeto mucho lo dicho por el general peruano, muy alejado de la verdad, el día 22 de febrero no realizaron ataques importantes, salvo esporádicos que ya les postearé, sobre todo lo relacionado al Miércoles Negro, más adelante pondré las versiones de los combatientes, tanto peruanos como ecuatorianos, para que se puedan dar una idea, de los hechos.
  • Disculpa, saludos Camberra, mi respuesta arriba del video.
  • Y me sigo olviadando(jaja), bien utilizado los rpg7 por parte del Perú, nosotros tambien los teníamos en nuestro inventario, solo después de ver el efecto de los mismos, lanzados por los peruanos, procedimos a utilizarlos junto a los law. Y de ahí, el utilizar a sus hermanos mayores, los BM-21, que a esa fecha, contábamos con 13 unidades, luego llegarían más, pero del tipo RM-70.
  • Nuestro único obús de 105mm(Otomelara), disparó 12 proyectiles en toda la guerra, si mal no recuerdo, aquí su historia:

    EL ÚLTIMO DISPARO

    Por Jenner Baquero

    Los 8 artilleros suelen disparar el obús de 105 mm al sur del Cenepa, enseguida vuelven a camuflar el Otomelara; la aviación enemiga trata de ubicarlos para rocketearlos sin piedad , eso no es todo, patrullas de comandos andan en su búsqueda, quizás pronto los encontrarán, solo es cuestión de tiempo; si ese es el caso, el capitán comandante de esa pequeña escuadra sabe lo que hará. El 22 de febrero de 1995, varios hombres de la destruida Trueno Dos, una posición de morteros, llegan al helipuerto que está muy cerca del Otomelara, entre los recién llegados está un mayor quien le dice al capitán que un gran número de peruanos les vienen pisando los talones; el capitán se imagina que todos juntos prepararán la defensa del helipuerto pero los hombres se van del sitio en un helicóptero, al fin se quedan sólo los ocho; el capitán organiza a su gente, sabe que no podrá resistir a las patrullas enemigas con todo el poder de fuego de estos, prácticamente intacto; el oficial guarda un pequeño secreto que no ha compartido con sus hombres; mira de reojo el Otomelara, los proyectiles están “inocentemente” arrumados cerca de la pieza de 105 mm, cuando los peruanos lleguen, él disparará con un cohete LAW sobre ellos: la explosión será formidable; de sus hombres, de los enemigos, y de sí mismo solo quedará un revoltijo sin forma; el enemigo no obtendrá ningún trofeo de guerra.

    José Luis De la Torre y su gente sobrevivieron a la guerra; el Otomelara nunca pudo ser detectado, incluso pocos oficiales ecuatorianos saben de su existencia, dos décadas después del conflicto.

  • Tavo89
    Tavo89Forista Técnico del Tercera Grado
    Forista Técnico del Tercera Grado
    Tienen imágenes de época, de las aeronaves que participaron en este conflicto? B).
  • Aquí algo, de lo que preguntas:


Este hilo ha sido cerrado.