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Así avanza el estudio de la leishmaniasis en el Ejército Nacional

DarioLopez
DarioLopezColaborador, EMC Subteniente
Colaborador, EMC Subteniente

Un reciente estudio del Laboratorio de Referencia e Investigación de la Dirección de Sanidad Ejército, en colaboración con investigadores de la Universidad del Rosario, identificó las especies de parásitos causantes de la leishmaniasis cutánea en la población militar colombiana. La investigación además permitió actualizar el mapa de distribución de los parásitos del género Leishmania en el territorio Nacional (Ovalle et al., 2006; Ramírez et al., 2016).

El Laboratorio de Referencia e Investigación de la Dirección de Sanidad del Ejército, único en su tipo dentro de las Fuerzas Militares, nació en el año 2007 y tiene como fin principal realizar el diagnóstico de referencia de los eventos de importancia en salud pública para el Ejército. En tal sentido, comprometidos con el bienestar general de los soldados y todos los demás beneficiarios del subsistema de salud de la Fuerza, el personal del laboratorio adelanta proyectos de investigación científica básica, para apoyar y mejorar  el diagnóstico, tratamiento y epidemiología de las enfermedades comúnmente adquiridas por el personal militar durante su ingreso a zonas selváticas o endémicas, además de  abordar problemáticas en salud pública asociadas a brotes de enfermedades emergentes o agentes etiológicos de alta complejidad que puedan comprometer al personal que se encuentra en las áreas operacionales.

Para cumplir con su misión y hacer frente a los retos que se le presentan, el grupo de investigadores, compuesto por oficiales y civiles, profesionales en bacteriología y microbiología, con estudios de posgrado en Ciencias Biológicas, Parasitología, Salud Pública, Ciencias Biomédicas, Gestión de Calidad y Biología Molecular, ha venido desarrollando numerosos proyectos de investigación, entre los cuales se destaca la  «Caracterización de las cepas circulantes de  Leishmania spp. en Colombia en población militar». Este proyecto desarrollado desde el 2015, pretendía identificar las especies del parásito que afectan a la población militar, asimismo, correlacionar las áreas de mayor endemismo en donde está expuesto el personal, además de determinar los factores asociados a las características epidemiológicas de los pacientes y su respuesta inmune.

La leishmaniasis es una enfermedad tropical que se origina a partir de la infección con   parásitos protozoarios del género Leishmania, por los cuales se pueden ver afectadas la piel, las mucosas o las vísceras. En América es transmitida al humano por la picadura de insectos flebótomos hembras hematófagas infectadas del género Lutzomyia (MPS, 2010). Actualmente, un estimado de setecientos mil al millón de casos se reportan al año para la forma cutánea de la enfermedad, y un total de trescientos cincuenta millones de personas, en 88 países, están en riesgo de adquirir la infección (OMS, 2017).

Colombia es el segundo país con mayor número de casos de la enfermedad en el continente americano, después de Brasil. En el año 2014 se reportaron un total de 11.617 casos, y se estimó que el 56 % de la población estaba en riesgo de contraer la forma cutánea de la enfermedad (OMS, 2016).

El conflicto armado en el país, sumado a la dinámica y ubicación de las operaciones militares, ha generado una situación particular de la enfermedad. Durante el desarrollo de sus actividades, las tropas están continuamente expuestas al vector, generalmente en áreas de alto riesgo de transmisión. Por esto, presentan una elevada probabilidad de adquisición de la infección, lo que hace de esta una población vulnerable. Desde el 2011 hasta el 2016, según cifras oficiales de la Oficina de Salud Operacional de la  Dirección de Sanidad Ejército, se han reportado 21.290 casos de leishmaniasis cutánea, y alrededor de 245 casos de la forma mucocutánea de la enfermedad.

Bajo el desconocimiento que existía sobre las especies del parásito que está infectando a la población militar, 272 pacientes, militares activos,  con leishmaniasis cutánea, de 19 departamentos, participaron voluntariamente en el estudio mediante la donación de muestras que fueron tomadas de las lesiones que presentaban como consecuencia  de la infección. Las muestras fueron procesadas en la Dirección de Sanidad, gracias al apoyo económico de la Dirección de Ciencia y Tecnología del Comando de Educación y Doctrina. Las mismas permitieron la ejecución del proyecto, que obtuvo los siguientes resultados.

En orden decreciente, de los 272 militares que participaron en el estudio, el 80% de los infectados eran soldados profesionales; seguidos por los soldados regulares; suboficiales y, finalmente, oficiales. Las muestras recolectadas permitieron obtener una representación importante de todas las zonas del país, donde se ha reportado que el personal militar adquirió la enfermedad. El mayor número de casos era procedente del departamento del Meta, con el 48,2 %; seguido de Guaviare, 10,7 %; Nariño, 8,1 %; Antioquia, 7 %, y Chocó 4,8 %. Los departamentos de Putumayo, Córdoba, Vichada, Tolima, Caquetá, Norte de Santander, Santander, Cauca, Guainía, Vaupés, Amazonas, Arauca, Boyacá, Huila, y Magdalena aportaron entre todos solo el 21% de los casos.

La identificación molecular de especie (Degrave, 1999; Evans, 1989; Hernández et al., 2014; Michalsky et al., 2002; Ramírez et al., 2016; Tsukayama et al., 2009) fue posible en 222 muestras de las 272 muestras recolectadas, con lo que se estableció que en la población militar la especie que principalmente circula es L. braziliensis (61,3 %), seguida de L. panamensis (33,3 %) y en menor proporción L. guyanensis (3,4 %), L. mexicana (1,4%) y L. lainsoni (0,4 %).

Espacialmente la distribución de las especies presenta unos patrones bastante interesantes y, a pesar de que L. braziliensis es la más abundante, es L. panamensis la especie que presenta una distribución espacial más amplia a lo largo de todo el territorio colombiano. La Figura 1 muestra el mapa de abundancia y distribución de las especies con respecto al territorio nacional.

Como se puede observar L. panamensis se encuentra en 12 departamentos y predomina en la región pacífica; mientras que L.braziliensis, en 14 departamentos, predomina en la región de la Orinoquía y la Amazonía. Por el contrario, las otras tres especies circulantes en el territorio nacional tienen una distribución bastante limitada, y en ningún caso se supera la presencia de las especies en cinco departamentos. L. guyanensis, por ejemplo, se encontró únicamente en los departamentos de Tolima, Meta, Putumayo y Córdoba;  L. mexicana, en Meta y Guaviare, y finalmente L. lainsoni, en el departamento del Meta. Se evidenció que este último departamento presenta la circulación de todas las especies, y curiosamente este mismo departamento fue el que mayor número de infecciones arrojó al determinar las zonas de origen de infección.

Finalmente, cuando se evaluó el municipio donde los pacientes refieren haberse infectado y se correlacionó con las especies circulantes, pudimos determinar que en el municipio de la Uribe, en Meta, se encuentran las 5 especies que circulan a lo largo del territorio nacional en población militar, y, por tanto, es una zona de alto endemismo para la enfermedad. Esto nos permite sugerir como hipótesis que el Meta es el centro de diversificación de Leishmania spp en Colombia.

Finalmente, el estudio realizado brindó la oportunidad de comparar una forma de muestreo contra los métodos tradicionales, para buscar nuevas alternativas menos exigentes, si se considera que el diagnóstico por frotis directo depende de la pericia del profesional que lo toma y lee. Por aspirado, el cultivo es demorado y exigente, y por biopsia, el procedimiento resulta ser invasivo y doloroso.  Para eso se  propuso y decidió evaluar el método de toma de muestra conocido como impronta (Figura 2) que consiste en un papel filtro con el cual se hace presión sobre la lesión para que los exudados de la misma queden impregnados. Los resultados demostraron que de las 272 muestras recolectadas, 245 de impronta arrojaron resultados positivos, mientras que solo 235 tomadas por aspirado contenían evidencia de la presencia del parásito.

Algunos de estos resultados, junto con otra información obtenida a partir de la investigación, fueron publicados en PLOS Neglected Tropical Diseases, revista de divulgación científica con amplio reconocimiento internacional. Allí apareció el artículo «Spatial distribution, Leishmania species and clinical traits of Cutaneous Leishmaniasis cases in the Colombian army», el cual puede ser consultado gratuitamente en línea bajo el DOI https://doi.org/10.1371/journal.pntd.0005876.

De igual forma, el grupo de investigación, a pesar de haber concluido el estudio anteriormente presentado, continúa comprometido con la ciencia y la salud del personal militar. Por esto, se ha venido desarrollando un nuevo proyecto de investigación que pretende determinar la eficacia del tratamiento para la leishmaniasis cutánea (MPS, 2010), mediante la cuantificación del número de parásitos a lo largo del tratamiento recibido por los pacientes, para lo cual esperamos difundir los resultados próximamente.



Comentarios

  • preocupado
    preocupadoForista Soldado de Primera
    Forista Soldado de Primera
    Interesante estudio,esperar que se de una solución a esta enfermedad.Que afecta a muchas personas
  • OriBenZohar
    OriBenZoharForista Cabo
    Forista Cabo
    Interesante el aporte científico que hace el EJC al poder clasificar a la Lesmaniasis en Colombiano, esta clase de estudios son muy importantes puesto que se puede crear una jefatura militar de infectologia, seguridad y ofensiva biológica en el país. Bien por el EJC por fin le atinan en algo, esperemos y se continúe esta clase de estudios dentro de la institución.
  • cesar
    cesarEMC Técnico de Quinto Grado
    EMC Técnico de Quinto Grado
    Acabas de decir algo muy cierto, el EJC si debería tener como rama o división del arma de sanidad, una especialización que vaya más allá de la reacción NBQR sino que sea todo un departamento de epidemiología y toxicología, control de enfermedades tropicales y guerra biologica.
  • OriBenZohar
    OriBenZoharForista Cabo
    Forista Cabo
    Exacto tener en nuestras manos un arma biológica sería untotalmente estratégico, ahí si por mas sukos que tenga el vecino no podría hacer nada contra el esparcimiento de una cepa.
  • OriBenZohar escribió:g
    Exacto tener en nuestras manos un arma biológica sería untotalmente estratégico, ahí si por mas sukos que tenga el vecino no podría hacer nada contra el esparcimiento de una cepa.
    Tampoco hasta aya. Siempre hay que poner por delante la vida de las personas inocentes.

  • preocupado
    preocupadoForista Soldado de Primera
    Forista Soldado de Primera
    El problema de las armas biológicas ,es el peligro de caer en manos de un loco o un terrorista.
    En un conflicto convencional ,mientras no masacres civiles no pasa nada ,pero si utilizas armas biológicas ,terminas acusado de genocidio y crímenes de lesa humanidad.
  • AndresK
    AndresKForista Subteniente
    Forista Subteniente
    Además, tengo entendido que Colombia es parte del grupo de países que firmó un acuerdo contra el uso de armas de destrucción masiva, porque un arma biológica es eso...
  • cesar
    cesarEMC Técnico de Quinto Grado
    EMC Técnico de Quinto Grado
    Editado Wed, 28 November 2018 #9
    Ojo, yo no estoy hablando de armas biológicas sino de guerra biologica. Son dos cosas diferentes, acuérdense que estamos en medio de un calentamiento global, experimentos genéticos, alimentos transgénicos y una deforestación tenaz de las selvas, entre todas esas cosas puede surgir la próxima superplaga, superbacteria, supervirus, superenfermedad o superparasito estilo èbola aca mismo en nuestro propio patio; y para eso toca estar preparado a un nivel militar.
  • OriBenZohar
    OriBenZoharForista Cabo
    Forista Cabo
    cesar escribió:
    Ojo, yo no estoy hablando de armas biológicas sino de guerra biologica. Son dos cosas diferentes, acuérdense que estamos en medio de un calentamiento global, experimentos genéticos, alimentos transgénicos y una deforestación tenaz de las selvas, entre todas esas cosas puede surgir la próxima superplaga, superbacteria, supervirus, superenfermedad o superparasito estilo èbola aca mismo en nuestro propio patio; y para eso toca estar preparado a un nivel militar.

    Es correcto, pero para estar preparado defensivamente en contra de un arma biológica, toca también tener conocimiento de la ofensiva
  • CarlosJose
    CarlosJoseForista Soldado de Primera
    Forista Soldado de Primera
    Hay muy pocos laboratorios de bioseguridad nivel 4 en el mundo, ninguno en latinoamericano, por ende no podríamos pensar en un arma biológica, por otro lado nuestras hipótesis de conflicto se encuentran muy próximas y sin barreras naturales como para usarlas, no tenemos un océano de por medio o los himalayas para contener un patógeno, por lo que sería un suicidio, ahora, lo que si podríamos usar son armas químicas, que es algo totalmente diferente, pero estamos adscritos a un sin numero de tratados que no nos lo permiten. Si no estoy mal solo existe un laboratorio de bioseguridad nivel 4 en la unión europea, uno en Rusia que lo iban a clausurar, de la antigua URSS y en US y en Canada.
  • preocupado
    preocupadoForista Soldado de Primera
    Forista Soldado de Primera
    Considerando ,que en Colombia la guerrilla o el narcotráfico compran armas a militares corruptos ,quien garantiza la seguridad de un laboratorio de estos.
  • DarioLopez
    DarioLopezColaborador, EMC Subteniente
    Colaborador, EMC Subteniente


    El Laboratorio de Referencia e Investigación de la Dirección de Sanidad del Ejército, único en su tipo dentro de las Fuerzas Militares, nació en el año 2007, y tiene como fin principal realizar el diagnóstico de referencia de los eventos de importancia en salud pública para el Ejército.
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