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Primera Guerra Mundial o la Gran Guerra (1914-1918)

AndresK
AndresKForista Subteniente
Forista Subteniente
Me extraña que no haya un tema para éste conflicto que fue tan importante en la historia de la humanidad, no sólo por los millones de muertos que dejó (17 millones) sino también por los avances militares y científicos que se dieron en esos 4 años, todo con el fin de acabar con el Imperio vecino...
Empecemos. Y qué mejor día que el 11 de noviembre, cuando se conmemora el centenario del fin de la Guerra con el Armisticio y Rendición de Alemania...

Primera Guerra Mundial: 5 grandes mitos sobre la Gran Guerra

Ninguna guerra en la historia atrae más controversia y genera más mitos que la Primera Guerra Mundial.

Mucho de lo que pensamos que sabemos del conflicto que tuvo lugar entre 1914 y 1918 es errado.

Para los soldados que lucharon fue, en algunos aspectos, mejor que enfrentamientos anteriores y, en otros, peor.

Pero resaltarla como excepcionalmente horrible nos deja ciegos no sólo a la realidad de ese conflicto sino también a la de la guerra en general.

También nos puede llevar a no entender la experiencia de soldados y civiles atrapados en otros innumerables combates de ayer y hoy.

1 Mito. Fue la guerra más sangrienta en la historia hasta ese momento

Cincuenta años antes de que estallara la Primera Guerra Mundial, el sur de China fue destrozado por un conflicto aún más sangriento.

Estimados conservadores del número de muertos en los 14 años de la rebelión de Taiping empiezan entre los 20 y 30 millones de personas.

Unos 17 millones de soldados y civiles perdieron la vida en la Primera Guerra Mundial.

2 Mito. Nadie ganó

Grandes extensiones de Europa quedaron en ruinas, millones murieron o fueron heridos. Los sobrevivientes vivieron con severos traumas mentales. Es raro hablar de victorias.

No obstante, en un obtuso sentido militar, Reino Unido y sus aliados lograron una victoria convincente.

Los buques de guerra alemanes fueron contenidos por la Armada Real británica al punto que sus tripulaciones prefirieron amotinarse en vez de lanzar un ataque suicida.

El ejército alemán colapsó tras una serie de poderosos golpes de los aliados que segaron sus supuestamente inexpugnables defensas.

Para finales de septiembre de 1918, el emperador alemán y su asesor militar Erich Ludendorff admitieron que no había ninguna esperanza de ganar y que Alemania debía rogar por paz. El armisticio del 11 de noviembre fue esencialmente una rendición alemana.

A diferencia de Adolf Hitler en 1945, el gobierno alemán no insistió en mantener una lucha inútil y sin sentido hasta que los aliados llegaran a Berlín, una decisión que salvó innumerables vidas pero que sirvió luego para alegar que Alemania nunca perdió realmente.

3 Mito. El tratado de Versalles fue extremadamente duro

El tratado de Versalles confiscó 10% del territorio de Alemania pero la dejó como la nación más grande y rica de Europa central.

No había casi fuerzas de ocupación, las reparaciones financieras fueron vinculadas a su habilidad de pagar y, en todo caso, en su mayoría no fueron reclamadas.

El tratado era marcadamente menos duro que los que le pusieron punto final a la Guerra franco-prusiana de 1870-71 y la Segunda Guerra Mundial.

Los alemanes victoriosos en el conflicto franco-prusiano anexaron grandes trozos de dos ricas provincias francesas, en las que se producía el hierro francés. Además, le pasaron a París una enorme cuenta de cobro para pagar inmediatamente.

Respecto al final de la II Guerra Mundial, Alemania fue ocupada, dividida, las maquinarias de sus fábricas destrozadas o robadas y millones de prisioneros fueron forzados a quedarse con sus captores y trabajar como esclavos.

Alemania perdió todo el territorio que había ganado en la Primera Guerra Mundial y otro pedazo gigante.

Versalles no fue un tratado duro pero fue presentado como tal por Hitler, que buscaba crear una ola de sentimiento en contra del acuerdo que le impulsara hacia el poder.

4 Mito. Las tácticas en el Frente Occidental no cambiaron a pesar de repetidos fracasos

Nunca han cambiado las tácticas y tecnología tan radicalmente en cuatro años de lucha.

Fue un momento de innovación extraordinaria.

En 1914, los generales galopaban a caballo a través de los campos de batalla mientras que hombres con prendas de paño se abalanzaban contra el enemigo sin las defensas necesarias. Ambas partes estaban armadas más que todo con rifles.

Cuatro años más tarde, equipos de combate con cascos de acero avanzaban protegidos por cortinas de proyectiles de artillería.

Estaban armados con lanzallamas, metralletas portátiles y granadas que se disparaban con rifles.

Arriba, aviones, que en 1914 habrían sido inimaginablemente sofisticados, surcaban el cielo, algunos cargando radios experimentales y reportando en vivo.

Enormes piezas de artillería disparaban con precisión, pues usando tan sólo fotos aéreas y matemáticas lograban dar en el blanco con un sólo tiro.

Los tanques habían pasado de la mesa de diseño al campo de batalla en sólo dos años, cambiando la guerra para siempre.

5 Mito. Todo el mundo la odió

Como con cualquier guerra, depende de la suerte.

Puede ser que uno sea víctima de horrores inimaginables que lo dejan mental y físicamente incapacitado de por vida, o que no le pase nada.

Los soldados que tuvieron suerte en la Primera Guerra Mundial, no participaron en ninguna gran ofensiva y la mayor parte del tiempo estaban en mejores condiciones que en casa.

Los británicos, por ejemplo, comían carne todos los días -un lujo que no se repetía mucho en la vida civil-, tenían cigarrillos, té y ron, y una dieta diaria de más de 4.000 calorías.

Los índices de absentismo debido a enfermedades, un barómetro importante de la moral de las unidades, se mantuvieron -notablemente- casi iguales que en tiempos de paz.

Muchos jóvenes disfrutaron de los salarios garantizados, la intensa camaradería, la responsabilidad y una libertad sexual más grande que en tiempos de paz.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-46147326




Comentarios

  • AndresK
    AndresKForista Subteniente
    Forista Subteniente

    Y siguiendo, los inventos que revolucionaron al mundo tras la IGM...

    10 inventos revolucionarios que dejó la Primera Guerra Mundial

    La Primera Guerra Mundial dejó desolación y destrucción pero, durante el conflicto que asoló Europa entre 1914 y 1918, se crearon también algunos ingenios que sobrevivieron a la contienda y que aún utilizamos hoy a diario.

    BBC News Mundo selecciona los 10 inventos más exitosos de la Gran Guerra.

    1. Toallas sanitarias

    Un material llamado 'celucotton' ya había sido inventado por la pequeña empresa estadounidense Kimberly-Clark (C-K) antes de que la guerra estallara.

    El responsable de investigaciones de esa firma, Ernst Mahler, y su vicepresidente, James C. Kimberly, habían hecho un recorrido por las plantas de pasta de papel en Alemania, Austria y Escandinavia en 1914.

    Allí descubrieron un material cinco veces más absorbente que el algodón y que, producido en grandes cantidades, se podía fabricar por la mitad de precio.

    Por eso se lo llevaron de vuelta a Estados Unidos para comercializarlo.

    Cuando Estados Unidos entró en la guerra en 1917 comenzaron a producir el forro de algodón para la vestimenta de los profesionales sanitarios, a un ritmo de unos 150 metros por minuto.

    Pero las enfermeras de la Cruz Roja en el campo de batalla se dieron cuenta de que ese material tenía otro posible uso durante su menstruación.

    Este uso no oficial fue lo que, finalmente, forjó la fortuna de aquella compañía.

    "El final de la guerra en 1918 trajo como consecuencia una suspensión temporal del negocio de algodón de K-C porque sus principales clientes -el ejército y la Cruz Roja- ya no necesitaban sus productos", asegura la compañía, que aún existe.

    Por eso recompró el excedente al ejército para crear un nuevo mercado.

    "Después de dos años de estudio intensivo, experimentos y pruebas de mercado, el equipo K-C creó una toallita sanitaria hecha de 'celucotton' y gasas finas.

    "En 1920 dentro de una pequeña estructura de madera en la ciudad de Neenah, Wisconsin, las empleadas de la empresa comenzaron a producir las toallas sanitarias a mano", según informa la empresa.

    El nuevo producto, llamado Kotex (la abreviatura de "cotton texture", textura de algodón en inglés), se vendió por primera vez al público en octubre de 1920, menos de dos años después del armisticio.

    2. Pañuelos de papel

    Poner en el mercado las toallas sanitarias era una tarea complicada, en parte porque las mujeres eran reticentes a comprar el producto de manos de los hombres que atendían en los comercios.

    La empresa propuso a esos negocios que les permitieran comprarlas, sencillamente, poniendo el dinero en una caja. Las ventas de Kotex se elevaron después de esta iniciativa, pero no tanto como Kimberly-Clark pretendía.

    Así que la empresa buscó un nuevo uso para el mismo material.

    A principios de 1920, C.A "Bert" Fourness tuvo la idea de planchar el material de la celulosa para hacer un pañuelo suave y fino. Tras mucha experimentación, el famoso "Kleenex" nació en 1924.

    3. Lámparas solares

    En el invierno de 1918 se estimaba que la mitad de los niños en Berlín sufrían de raquitismo, una enfermedad en la que los huesos se reblandecen y se deforman. Por entonces, la causa exacta era desconocida aunque se asociaba a la pobreza.

    Un doctor de la ciudad, Kurt Huldschinsky, notó que sus pacientes estaban muy pálidos.

    Decidió llevar a cabo un experimento en cuatro de ellos. Les aplicó lámparas de cuarzo y mercurio que emitían luz ultravioleta.

    Con el paso del tiempo Hudschinsky notó que los huesos de sus jóvenes pacientes se hacían más fuertes. En mayo de 1919, cuando llegó el sol del verano, les puso también a tomar el sol en la terraza.

    Cuando fueron publicados, los resultados de su experimento se acogieron con gran entusiasmo.

    Muchos niños de toda Alemania fueron tratados con luz. En Dresden, los servicios sanitarios infantiles lograron incluso desmantelar las luces de la calle para que reciclaran en lámparas para el tratamiento de los niños.

    Más tarde la ciencia conoció que la vitamina D es necesaria para la creación del hueso con calcio y este proceso se estimula con la luz ultravioleta.

    4. Cambio de hora

    La idea de atrasar los relojes en primavera y adelantarlos en otoño no era nueva cuando comenzó la Primera Guerra Mundial. Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, lo había sugerido en una carta al diario Journal de París en 1784.

    Se desperdiciaban muchas velas en las noches de verano porque el sol se ponía antes de que las personas se fueran a dormir, explicaba en la misiva. Además, la luz del sol no se aprovechaba en las primeras horas de la mañana porque la gente aún dormía.

    Ideas similares fueron expuestas en Nueva Zelanda en 1895 y en Reino Unido en 1909, pero no dieron resultados concretos.

    La Primera Guerra Mundial fue un acicate para ese cambio.

    Al enfrentar una severa escasez de carbón, las autoridades alemanas decretaron que el 30 de abril de 1916 todos los relojes que marcaban las 23:00 deberían de dar las 24:00. Así se aseguraba una hora más de luz a la mañana siguiente.

    Lo que comenzó en Alemania como una idea para ahorrar carbón para calefacción y luz se extendió rápidamente a otros países.

    En Reino Unido la idea se puso en pie solo tres semanas más tarde, el 21 de mayo de 1916. El 19 de marzo de 1918 el Congreso de Estados Unidos estableció distintos husos horarios.

    Una vez la guerra hubo terminado, la iniciativa fue abandonada pero sus beneficios ya eran conocidos y en los años posteriores se volvió a implantar.

    5. Bolsas o "bombas" de té

    Las bolsas de té no se inventaron para resolver ningún problema derivado de la guerra. Fue un comerciante de té estadounidense quien, en 1908, comenzó a mandar té en pequeñas bolsas a sus clientes.

    Fueron ellos quienes, sea por accidente o por el diseño, decidieron introducir las bolsas en el agua… y el resto es historia. Esa es la explicación que da la industria.

    Una compañía francesa, Teekanne, copió aquella idea en tiempo de guerra. La desarrolló para proporcionar a las tropas té en pequeñas bolsas de algodón. Las llamaban "bombas de té".

    6. El reloj de pulsera

    No es cierto que los relojes de pulsera fueran inventados específicamente para la Primera Guerra Mundial, sin embargo, su uso creció exponencialmente durante este periodo histórico. Después de la guerra era la manera más común de dar la hora.

    Hasta finales del siglo XIX y principios del XX los hombres que necesitaban saber la hora y los que tenían el dinero suficiente para poder comprar un reloj, lo utilizaban de bolsillo. Por algún motivo fueron las mujeres las pioneras. La reina Isabel I de Inglaterra tenía un pequeño reloj que se adhería a su brazo.

    El tiempo adquirió mayor importancia en la guerra, por ejemplo para sincronizar la hora de los bombardeos. Así, los fabricantes desarrollaron relojes que dejaran las manos libres a las tropas en el calor de la batalla.

    Los aviadores también necesitaban ambas manos libres… y así, ellos también tuvieron que tirar por la borda el reloj de bolsillo.

    La empresa H. Williamson, que hacía relojes en Coventry, Inglaterra, anotó en su informe anual de 1916: "Se dice que uno de cada cuatro soldados utiliza reloj de pulsera y los otros tres quieren adquirir uno lo antes posible".

    7. Salchichas vegetarianas... o "salchichas de la paz"

    Uno podría pensar que las salchichas de soja fueron inventadas por algún hippy, probablemente en los años 60 en California.

    Pero no. Las salchichas de soja fueron idea del primer canciller de la República Federal Alemana después de la Segunda Guerra Mundial.

    Durante la Primera Guerra Mundial Adenauer era alcalde de Colonia y cuando el bloqueo británico se impuso sobre Alemania el hambre comenzó a pesar en la ciudad.

    Adenauer tenía una mente ingeniosa e investigó maneras de sustituir los productos que faltaban, como carne, por otros de los que no había tanta escasez.

    Comenzó utilizando una mezcla de harina de arroz, cebada y harina de maíz para hacer pan y así sustituir al trigo.

    Después de su pan experimental continuó en búsqueda de una nueva salchicha sin carne. Así se logró la de soja, que fue conocida como "la salchicha de la paz".

    Adenauer solicitó obtener una patente de su nuevo alimento en la Oficina Imperial de Patentes en Alemania pero le fue denegada.

    Al parecer el contenido de la salchicha era contrario a la regulación alemana para este producto, o sea, si no contenía carne no se le podía considerar salchicha.

    Tuvo más suerte al intentarlo en Reino Unido, enemigo de Alemania en aquel tiempo. El Rey Jorge V le dio la patente de la salchicha de soja el 26 de junio de 1918.

    8. Cremalleras

    Desde mediados del siglo XIX varias personas habían estado trabajando en varias combinaciones de ganchos, broches y hebillas para lograr un cierre rápido y fluido de las prendas de ropa que aislara del frío.

    Fue Gideon Sundback, un sueco que emigró a Estados Unidos, quien dio con la actual fórmula de la cremallera.

    Se convirtió en el diseñador jefe de la compañía Universal Fastener Company y concibió el "cierre sin anclaje".

    El ejército estadounidense los incorporó a sus uniformes y botas, especialmente para las de la marina. Después de la guerra fueron los civiles quienes tomaron este testigo y lo generalizaron en su vestimenta.

    9. Acero inoxidable

    Harry Bearley, de Sheffield, Inglaterra, es el responsable de la invención del acero que no se corrompe.

    Según aparece en los archivos de esa ciudad "en 1913, Harry Brearley desarrolló lo que es considerado el primer acero sin óxido, un producto que revolucionó la industria metalúrgica y se convirtió en uno de los mayores componentes del mundo moderno.

    El ejército británico estaba intentando encontrar un metal mejor para sus armas. El problema era que los cañones de esas armas se deformaban después de varios disparos por la fricción y el calor de las balas.

    El ejército le pidió Brearley, que era metalúrgico en una empresa local, que encontrara una solución a este problema y con aleaciones más duras.

    La leyenda dice que después de probar a añadir cromo al acero Bearley desechó algunos de sus experimentos por considerarlos fracasos. Los echó, literalmente, al montón de la chatarra.

    El metalúrgico notó que después de un tiempo esos experimentos no se habían oxidado.

    Había descubierto el secreto del acero inoxidable. Durante la Primera Guerra Mundial fue utilizado en algunos de los nuevos motores aéreos. Luego se generalizó en el uso de cubertería y material quirúrgico del que muchos hospitales dependen.

    10. Comunicación con los pilotos

    Antes de la Primera Guerra Mundial los pilotos no tenían modo de comunicarse entre ellos o con tierra.

    Al comenzar la Gran Guerra los ejércitos aún necesitaban de cables para hablar entre sí, pero estos eran a menudo cortados por la artillería o los tanques.

    Modos alternativos de comunicación como corredores, banderas y palomas mensajeras fueron utilizadas pero no resultaron ser útiles.

    Los aviadores tenían que confiar en gestos y gritos...era necesario encontrar una solución. La comunicación sin cables era la respuesta.

    La tecnología por radio estaba ya en funcionamiento pero tenía que ser desarrollada y esto sucedió durante la Primera Guerra Mundial.

    Para finales de 1916 se tomaron pasos decisivos. Los primeros intentos para incluir teléfonos en los aviones tuvieron que ser descartados por el ruido de fondo.

    Este problema fue resuelto inventando un casco en el que se instalaron los auriculares con un micrófono, que bloquea la mayoría del ruido.

    https://www.bbc.com/mundo/noticias-46147877
  • Prietocol
    PrietocolForista Sargento Mayor
    Forista Sargento Mayor
    Editado Mon, 12 November 2018 #3


    Alemania tiene un ojo clínico para iniciar guerras en dos frentes, Rusia luchaba con Alemania por un lado y el imperio otomano por el sur
    Editado por Prietocol on
  • SPIDERMAN
    SPIDERMANForista Sargento Mayor
    Forista Sargento Mayor
    Hola a todos.

    Buén tema.
    Pero de ésta y de la Segunda Guerra Mundial hay mucho que aún NO se ha dicho.
    Los libros de Historia deberán ser re-escritos en gran medida.

    La Primera Guerra o la "Gran Guerra" fué una guerra de "hermanos". Rastreen el grado de consanguinidad del Zar y del Kaiser, por ejemplo.

    Y dejo un par de preguntas:

    1) ¿Que día (número) se firmó el armisticio que puso fín a la Primera Guerra Mundial?
    2) ¿En el mes número que se puso fín a dicho armisticio?
    3) ¿A que hora exacta entró en vigor dicho armisticio?

    ¿COINCIDENCIA?!!!!

    No, no hay coincidencias en estos conflictos pre-elaborados.
    Mucho que decir sobre éste hilo...más adelante.

    La Primera Guerra Mundial fué una nueva clase de Guerra, una que marcó la adopción de un nuevo mecanizado en el campo de Batalla...el TANQUE.

    WW1 The Introduction of the Tank



    Auf Wiedersehen.

  • SpadesCHL
    SpadesCHLForista Técnico de Cuarto Grado
    Forista Técnico de Cuarto Grado
    Editado Fri, 16 November 2018 #5
    vean este reportaje


  • SPIDERMAN
    SPIDERMANForista Sargento Mayor
    Forista Sargento Mayor
    Editado Wed, 29 January 2020 #6
    Hola a todos.

    Para Severino16...
    Subtítulos en ESPAÑOL...

    ...LO DEJO AHÍ: Lord Rothschild IV sobre la Declaración Balfour




    Auf Wiedersehen.
  • luisferlm1
    luisferlm1Forista Soldado
    Forista Soldado

    Roland Garros: la historia del piloto cuyo nombre lleva un Grand Slam

    Garros fue un piloto muy reconocido durante su época.

    A pesar de llevar su nombre en la historia del tenis, Garros no tenía relación con el deporte.

    https://www.eltiempo.com/deportes/tenis/roland-garros-el-piloto-que-le-dio-nombre-a-un-grand-slam-674568?utm_source=exacttarget&utm_medium=enlace&utm_campaign=Mailing%20Diario

    Eugéne Adrian Roland Georges Garros se convertiría en uno de los aviadores más relevantes de la Primera Guerra Mundial.Su historia, sin embargo, comienza cuando aún era amante de los carros.

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